San Juan tiene tantas cosas que no te deja descansar. Pero cuando no te queda otra, podés descansar y de la mejor manera. Hacelo en estos lugares.
Lo invitamos a vivir con su familia en unas cabañas solitarias y calladas
como el paisaje que las envuelve.
En este lugar donde los pastores arrean en silencio sus majadas de cabras y ovejas.
La Majadita deslumbra por sus cerros, valles, quebradas y ríos.
Descubra las huellas del pasado:
morteros indígenas cavados en los cerros al lado del río, pircas, pinturas rupestres...
Conozca a su gente cálida y hospitalaria, que conserva la tradición del tejido en telar,
el tallado en madera y el trenzado en cuero.
Para desenchufarse nada mejor que dormir la siesta al costado del río mientras los chicos juegan en contacto con la naturaleza.